Una vez más, ha llegado la cita bienal del motor a Barcelona. Desde el dia 14 y hasta el próximo domingo 22 de mayo, la Fira de Barcelona huele a carburante... aunque cada vez menos.
Y por varios motivos se debe:
Primero, por la imagen que edición tras edición va decayendo y va empobreciendo la espectacularidad de otros años. La crisis está muy presente y esto se nota, pero parece que el Salón de Barcelona va perdiendo importancia con el paso de los años.
Se echaron mucho de menos a grandes marcas japonesas como Honda, Mitsubishi y Subaru, que debido al tsunami que arrolló el país y sus consecuencias hicieron caerlas de la cita. Otra gran marca que no estuvo presente fue Citroën, con todo esto, dos edificios que normalmente estaban abiertos durante el certamen cerraron sus puertas.
Segundo, por la gran apuesta de todas las marcas a día de hoy: los motores eléctricos. Todas las factorías pretenden dar una imagen de cuidado con el medioambiente y bajar los consumos de gasolina. Una moda que está afectando a todas las gammas, desde utilitarios hasta superdeportivos.
A pesar de lo descafeinado de esta cita, no todo son malas noticias. Se pueden ver, como siempre, las novedades de todas las marcas e interesantes prototipos para un futuro no muy lejano.
Como cada edición, coches para todos los gustos y algunas actividades (pocas) relacionadas con el mundo del motor para divertir tanto grandes como pequeños.